La primera victoria

No sé si lo sabéis, pero el primer deporte de equipo y con pelotas que he practicado en mi vida es el quidditch. Empecé hace 2 años y 7 meses.

El equipo ha sufrido más bajos que altos, siempre era una lucha para seguir adelante, día a día, pocas semanas hemos tenido que fueran "sin problemas". Pero había una espinita que nunca nos sacábamos de encima, la de ganar algún partido oficial.

Yo, no sabía porqué, pero creí que cuando por fin ganáramos, tras tantas agujetas y entrenamientos sería un día que lloraría y soltaría mi frustración de no ganar nunca. Pero la verdad, en el momento mucha alegría (ni una lágrima, toda una campeona) y luego una sensación de... "no sé ganar". No sé como sentirme, lo he esperado tanto que ya no sé.

La cuestión, sobre el quidditch, creo que haber superado la barrera del "no podemos" ganar y montarnos sobre la ola del "sí se puede" va hacer que cambien muchas cosas en nuestra mente. Podemos tener mente de ganadores y lo hemos demostrado, solo hay que echarle más ganas, entrenar más y poner más de nuestra parte.

Ahora, volviendo a la parte de mis sentimientos. Esta misma sensación de quedarme como vacía me ha pasado con más cosas, como cuando por fin acabé la carrera tras 7 años largos, y más... a veces me hace plantearme que no tengo sentimientos o no sé, ¿porqué no actúo como en las películas? ¿No se supone que es como debemos exteriorizar los sentimientos?

Quizás todas las obras escritas y audiovisuales nos hacen pensar que "debemos" ser de cierta manera, y no nos planteamos que no corresponden con la realidad, por eso ahora ando toda rallada (aunque ya había reflexionado sobre esto anteriormente).

También he pensado a veces que ando estropeada, que puede ser. El caso, que quería compartir la alegría de haber luchado tanto y tener un resultado, pero me explico fatal.


Créditos de las fotos: @aidasanchez93